He suspendido.

Hoy he suspendido el examen práctico del coche.

Quería ir la primera, pero un chico de otra autoescuela iba antes, después otro de la mía que era su 2º vez y estaba atacado de los nervios... se ha saltado pasos de cebra, stop... un caos... y después yo, se me han paralizado las piernas, pero he arrancado, el examinador me ha tenido 35 minutos dando vueltas, y vueltas, glorietas, stop, ceda el paso, giros indirectos, cambios de sentido, estacionamientos, everything!

No es el hecho de haber suspendido, es el hecho de haber fallado al final, siempre me pasa lo mismo, ¿por qué siempre tengo que meter la pata al final? siempre, siempre, siempre!

Estoy deprimida, con ganas de llorar, pero no por haber suspendido, es siempre igual, fallo al final, meto la pata al final, fastidiándolo todo, para variar.

No quiero hablar con nadie, porque es: la próxima vez te lo traes, pero no es eso, me da igual el carnet! es el sentimiento de haber fallado, no me gusta, odio fallar, odio fallar al final, ¿de qué sirve entonces todo lo hecho anteriormente? de lección? mejora? no, eso es lo que siempre dicen, pero no es así.

Al fin y al cabo, ahora no recuerdo las buenas partes, solo lo malo, y con eso me quedaré hasta que al menos vuelva a ser más optimista.